La Nación brinda uno de sus títulos principales a difundir la denuncia de Patricia Bullrich acerca de vínculos financieros entre las exportaciones locales de cocaína y el terrorismo en África. Página12, en contraste, refiere a documento, firmado por 265 jueces, fiscales y defensores, que propone abandonar la guerra contra las drogas por “los resultados nefastos que tuvo en todo el mundo” y propone nuevos paradigmas donde el eje sea la salud. El Presidente Macri, en presentación de un programa de lucha contra el narcotráfico manifestó su voluntad “de ganar esta guerra”.
Observaciones
Hace tiempo que insisto en las investigaciones desarrolladas por Ginger Thompson, que explican cómo la DEA inventó el narcoterrorismo, infiltrando agentes que vincularon dineros supuestamente originados en el negocio de la droga con delincuentes/perejiles del África Occidental, facilitándo a estos últimos recursos para incursionar o expandir acciones delictivas. Una locura.
En entrevista concedida por un ex diplomático norteamericano, que sirvió en el mencionado continente, éste confirma: “La DEA proveyó de todo lo necesario para cometer los crímenes, para luego exclamar: ‘Uuuuuh, miren lo que descubrimos’. Nada de esto era terrorismo, sino manipulación de personas vulnerables, habitantes de países vulnerables, para crear órdenes y registrar arrestos” (traducción propia). De esta manera, podemos razonar, los agentes de la DEA logran más presupuesto para, entre otras cosas, armar flor de parranda con los narcos a los que supuestamente persiguen.
Oportunamente, también, recomendé una extraordinaria tarea periodística a cargo de Dan Baum en Harper’s, en la que historiza la guerra contra las drogas. Allí nos cuenta que fue creada por Nixon, no con el fin de combatir redes de criminalidad, sino para poder arrestar y amedrentar a las contestatarias comunidades de negros y hippies. En términos de un asesor del ex presidente destituido: “de ese modo podíamos demonizarlos en los medios, ¿si sabíamos que mentíamos? Por supuesto que sí.” (traducción propia).
Creo que es imprescindible que las autoridades competentes nos brinden los datos necesarios para que sean creíbles esos lazos que los medios comunican en sus titulares, sin indagar demasiado acerca de su veracidad, entre narcotráfico local y terrorismo internacional. Semejante aseveración nos coloca en el radar de las agencias de seguridad norteamericanas, amén de importar los guiones que a ellas interesan.
Creo, por otro lado, que nuestros gobernantes deberían evitar ciertas expresiones espectaculares, por promover un imaginario colectivo en el que los medios para alcanzar ciertos fines pueden ir más allá de lo convencional y legalmente tolerable. La guerra es algo demasiado tremendo para declarar ligeramente, y claramente excesiva de problemáticas domésticas que demandan respuestas menos extremas. Desde ya, esta belicosa disposición discursiva no es patrimonio exclusivo de las figuras de la actual administración.
China arruina los planes
La Nación informa que en el marco de la vistita del Presidente a China, la Unión Industrial Argentina (UIA) conjuntamente con la Confederación Nacional de la Industria (CNI) brasileña pidieron a sus gobiernos para que no se reconozca como economía de mercado a China. En Clarín Alcadio Oña describe un escenario con datos elocuentes: “La actividad económica aún sigue en caída libre: 4,3% en junio, el registro más bajo desde agosto de 2014 (…) el desempleo ha saltado al 9,7%, el mayor desde 2007, con un tercio de los asalariados en negro y un alto componente de cuentapropistas también precarizados (…) la producción industrial retrocedió 6,4% y 19,6% la construcción (…) anotaron signos negativos la fabricación de acero, cemento y de hierro, que van del 17,4% al 25% (…) retroceso en las ventas del primer semestre reportado (…) donde casi ningún renglón se salva.” El cronista indica que existe un plan de Plan de desarrollo de mediano y largo plazo en el que figurarían, entre otros objetivos, una decidida integración al mundo con nuevos acuerdos comerciales y una apertura creciente de la economía.
Observaciones
Está bueno que los empresarios argentinos y brasileños coincidan en sus oposiciones, mucho mejor fuera que sintonicen para activar conjuntamente asociaciones que maximicen la penetración de sus productos en los mercados extrarregionales. En especial, si tenemos en cuenta la data relevada por la Organización Mundial del Comercio, que verifica una multiplicación de medidas proteccionistas en todo el planeta.
Esto último debe importar a nuestros decisores públicos, si en verdad están diseñando un plan de largo plazo basado en un mundo libremercadista. El plan puede ser fenomenal, pero, ojo, capaz no es idóneo para el mundo de esta década o de las que vienen. Es menester elaborar un plan, por supuesto, pero debe incorporar como dato calificado una creciente ofensiva china y de las economías centrales para hacerse de nuestros recursos y mercados. Nada nuevo bajo el sol, dicho sea de paso, pero con mayor angurria.