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La europa proteccionista

El Cronista brinda su título principal a la insistencia del Gobierno con mayor apertura, pese a las advertencias de la UIA respecto de China.

Observaciones

Una muy reciente nota de Bloomberg  describe los problemas que tienen los gobiernos de los países centrales para lograr reactivaciones económicas y prosperidades inclusivas, ante lo cual, y como consecuencia de crecientes malestares populares respecto de las políticas aperturistas, retornan las proteccionistas.

En este sentido, resulta emblemática, y debe ser registrado por nuestros decisores públicos, la oposición manifestada por altos funcionarios y de los gobiernos de Alemania y Francia a la continuidad de las negociaciones por el Acuerdo Transatlántico con los Estados Unidos (TTIP por sus siglas en inglés). El vicecanciller germano es lapidario: este acuerdo “fue” (traducción propia), más allá de que “nadie verdaderamente lo admita”. El líder del partido socialdemócrata y titular de la cartera económica, se atreve a más: “Como europeos no debemos, desde ya, someternos a las demandas americanas”. Sucede que el tipo tiene sus ambiciones para las próximas elecciones y tiene en cuenta que el 59% de sus compatriotas no simpatiza con este acuerdo. Los franceses directamente pidieron que las negociaciones se detengan.

Para el autor de la nota mencionada, la cosa puede ir más lejos, no simplemente quedarse en el rechazo a nuevos acuerdos, sino avanzar en la desarticulación de los vigentes. Prueba de esto es el creciente número de administraciones que están renunciando al libre comercio y adoptando “posturas insulares”, desde la promoción de –horror, horror- políticas sustitutivas de importaciones a medidas desalentadoras de los ingresos de bienes y dineros del exterior.

Sabido es que ambos candidatos a la Casa Blanca expresaron rechazo preventivo al Acuerdo Transpacífico (TPP). Llama la atención la dirección de nuestro gobierno, anticíclica con las tendencias verificadas en las geografías dominantes de Occidente.

Interés nacional

La Nación editorializa sobre la presencia del Presidente Macri en la reunión del G20. Rescatamos el siguiente párrafo: “La reunión tendrá lugar en momentos difíciles, en que el proteccionismo y el populismo han vuelto a tentar a algunos líderes políticos del mundo. Lo que está sucediendo recuerda cómo, antes de la crisis mundial de 1930, el mundo se encerró en el proteccionismo, dividido en compartimentos estancos que aceleraron la debacle financiera".

Observaciones

El nobel de economía de 1970, el gran Paul A. Samuelson escribió en el 2008: “¿Qué es entonces lo que ha causado, desde 2007, el suicidio del capitalismo de Wall Street? En el fondo de este caos financiero, el peor en un siglo, encontramos lo siguiente: el capitalismo libertario del laissez-faire que predicaban Milton Friedman y Friedrich Hayek, al que se permitió desbocarse sin reglamentación. Ésta es la fuente primaria de nuestros problemas de hoy. Hoy estos dos hombres están muertos, pero sus envenenados legados perduran”.

En otra muy recomendable obra el no menos brillante John Kenneth Galbraith nos explica de qué manera una minoría de timberos, desregulados por un Estado adherente a ese el capitalismo libertario del laissez-faire, provocó la fenomenal crisis de los 30, de la que se salió con Estado y límites al mercado, para que no sea el segundo dirigido por las grandes corporaciones (no existe un mercado libre, así se le llama cuando lo conducen las grandes empresas en su beneficio exclusivo y excluyente).

En este editorial La Nación miente.

Pero me interesa destacar otra cosa. El esfuerzo de Wang Yusheng, Director Ejecutivo de la Fundación China de Estudios Internacionales, para defender la globalización. No que a uno le sorprenda, en definitiva el sistema económico imperante en las últimas décadas permitió la formidable re-emergencia del Reino del Medio.

Pero, claro, Wang no puede decir que todo está en orden y merece ser preservado. Entonces al tiempo que defiende la globalización, condena el formato neoliberal estadounidense. “El Consenso de Washington, esa idea original de los Estados Unidos es lo que ha causado sufrimientos a tantos países".

Explica a continuación cómo la República Popular entiende y practica la globalización. Lo hace a través de inversiones físicas y tangibles en beneficio de otros países, por medio de su Nueva Ruta de Seda y el novedoso Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura. Oferta, a continuación las marcas que procura instalar el otrora gigante dormido: “cooperación para ganar y ganar”; “la humanidad como una comunidad con un común destino”; “nuevo concepto de la seguridad”, entre otros.

Notable. El país con el Estado más potentemente intervencionista del mundo (en términos de relevancia global) aboga por fronteras flexibles al comercio. Países centrales mucho más market friendly, pero con poderosos aparatos de gobierno, apuntan en dirección contraria. Las administraciones que gestionan economías dependientes, con Estados débiles y deficitarios, Argentina y Brasil, parecen seguir a los segundos.

Unos son pragmáticos y actúan de conformidad a su interés nacional, otros improvisan. Juzgue el lector dónde ubica a cada uno.

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