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Internacionales 

Chuck Norris y John Rambo están como locos (o, dicho de otro modo, Obama levantó el embargo de armas a Vietnam).

Observaciones

Según Joshua Kurlantzick Vietnam es uno de los países con mayor cantidad de periodistas presos en el mundo; de los pocos que mantienen el régimen de partido único; que celebran elecciones amañadas con mil y un obstáculos para los candidatos extra régimen; con una oficialidad militar tan profesional como autoritaria y, encima, comunista. Pero bueno, lo cierto, concluye Joshua, es que existen razones estratégicas para hacer la vista gorda y venderles armas a rolete. Así que todo bien. Por su parte, Matt Philips advierte que si tenemos en cuenta a los locos de ultraderecha que están imponiéndose en EEUU –Donald Trump- y en varios países europeos, que militan exitosamente contra el mercado libre, capaz el muy comunista Vietnam sea el último gran fan que conserva la globalización.

La región

Andrés Oppenheimer escribe con una felicidad que lo desborda: “es probable que la política exterior de Brasil cambie para mejor. Bajo Rousseff y Lula, Brasil había hecho la vista gorda a los abusadores de los derechos humanos en todo el mundo para mejorar sus relaciones con ellos y ser visto como un líder del Tercer Mundo.”

Observaciones

“Usted no es fundamentalista, sólo utiliza al Islam y el Califato para radicalizar soldados” le imputa –sin ánimo de reproche alguno- Claire Underwood a un terrorista irakí. “De la misma manera que ustedes usan la libertad y la democracia” le replica él. “Ahora nos entendemos” concluye lacónicamente la candidata a la vicepresidencia de los EEUU. La escena es del último capítulo de la serie House of Cards. Es una variante de la contundente respuesta que brinda Michael Corleone al coimero senador Geary, que le escupe su desprecio al tiempo que demanda una cometa más potente: “Senador Geary, ambos somos parte de la misma hipocresía”. Todo esto para decir que Oppenheimer al ponerse moralista, tira cualquiera. Es muy difícil encontrar gobierno alguno que no construya algún tipo de relación con regímenes más o menos despreciables para maximizar sus beneficios o margen de acción. Eso no lo hizo ni la Cuba que se alió con la imperialista Unión Soviética ni la Cuba que acuerda con el imperialista EEUU. Hay que parar la olla, Andrés. Por otro lado, estas alianzas no son incompatibles con el liderazgo internacional (capaz, es lo contrario) ni con la promoción de altruistas valores. El Tropicalismo brasileño –o Tropicália- al combinar desde el plano artístico lo exótico con lo moderno/tecnológico incorporó un sello distintivo a la diplomacia brasileña: “una misma aspiración por inscribir conquistas experimentales brasileñas en pie de igualdad en el debate internacional”, como bien explica Florencia Garramuño. Brasil tiene una doctrina, una especie de soft power autóctono muy pícaro, que le permite este juego de contrastes o, como dijimos, de hipocresías. En casa, ¿cómo andamos?

Internacionales II

Atentados homicidas contra pueblos alawitas/chiitas en Siria.

Observaciones

Juan Cole en reciente artículo de The Nation se pregunta por qué Washington apoya a terroristas en Siria. En la nota explica que eso que se llamó Fuerzas Libres de Siria no son más que una combinación de células fanáticas en la mayor parte de sus componentes, pese a lo cual su país los sigue financiando y armando, lo que no sólo les permite seguir asesinando civiles chiitas sino también que uno de sus terroristas líderes, Mohammad Alloush, esté sentado en la mesa de negociaciones por la paz en Siria que funciona en Génova. Seguro Andrés Oppenheimer no sabe nada de esto.

24 de mayo de 2016

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